Sobre TAJO:

“Somos aficionados a la poesía. No somos profesionales. Que eso quede bien claro, pues una buena parte de nuestra crítica es potenciada desde esa perspectiva, desde esos campos abiertos que supone tal condición". (Roberto Bolaño)

viernes, septiembre 30, 2011

Grunge


Hace exactamente 20 años, el 24 de septiembre de 1991, yo caminaba por Telegraph Street en Berkeley cuando me llamaron la atención las vitrinas de las tiendas de discos más importantes, Rasputin y Amoeba. Estaban tomadas por copias de un disco de vinilo con la cubierta impactante de un bebé nadando hacia un billete de un dólar. Se trataba de Nevermind, el nuevo álbum de una banda llamada Nirvana de la cual pocos habían oído hablar (incluido yo). En la radio no tardó en escucharse, una y otra vez, su canción emblemática, "Smells Like Teen Spirit", que se convertiría en el himno de una generación. El disco, del cual se habían hecho 45.000 copias, llegaría a vender 30 millones.

Nevermind popularizó el sonido grunge, rock influido por la energía y la intensidad del punk y el heavy metal, con mucha distorsión en las guitarras (ruptura de afinación en la nota D, dirían los entendidos). El estilo era muy marcado: letras con un tono de angustia y desesperación, look descuidado, actitud de rebeldía ante el deseo de las grandes corporaciones de convertir al músico en una deslavada estrella de rock que se debía al público. Con la llegada del grunge, los ochenta llegaron a su fin. Las bandas grunge debieron lidiar con la contradicción de ser rebeldes con un éxito comercial superlativo; pocas lo hicieron bien.
 
Aunque el sonido parecía haber aparecido de la noche a la mañana, su historia es larga y compleja; el libro de Mark Yarn, Everybody Loves Our Town: A Oral History of Grunge, la cuenta a través de más de doscientos cincuenta entrevistas, con un impresionante exceso de detalles. El grunge comienza en verdad a principios de los ochenta, en la escena musical de Seattle, con bandas post-punk com U-Men y The Melvins. Seattle era entonces una ciudad aletargada, lejos de los centros donde se creaban las principales tendencias musicales. Ese aislamiento ayudó a que apareciera ese estilo crudo, tan poco amable.Sub Pop, un sello musical nacido en Seattle, se dio cuenta antes que nadie del poder de esa música; hacia 1983, uno de sus fundadores, Bruce Pavitt: "la escena musical de Seattle dominará el mundo". El mérito de Pavitt es el de haber dicho esa frase cuando bandas como U-Men apenas llegaban a congregar a treinta personas en sus conciertos.
    
Del libro de Yarn impresiona la mención a una cantidad de bandas prácticamente olvidadas que contribuyeron a la consolidación del grunge: Screaming Trees, Mother Love Bone, Green River, TAD, Babes in Toyland, etc. A fines de los ochenta, el grupo por el que todos apostaban para llegar al gran éxito era Mudhoney; Mudhoney logró una audiencia importante, pero no el triunfo masivo de los cuatro grandes del movimiento (Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains).
    
Con su voz potente y gran presencia escénica, Chris Cornell, el cantante de Soundgarden, fue la primera estrella grunge. A principios del 91, Alice in Chains sonaba mucho en la entonces influyente MTV. Luego vino Nevermindy arrasó con todo. Comenzaron los problemas: nadie quería menos que el impacto mundial de Nirvana; grupos de todas partes de los Estados Unidos se mudaban a Seattle para ser considerados parte del movimiento; a los productores musicales se les pedía el "sonido Nevermind", como si eso pudiera ser fácilmente replicado; el look grunge se convirtió en algo tan comercial que hasta la revista Vogue le dedicó sus páginas. 
El suicidio de Kurt Cobain en 1994 puso fin a los años de euforia. Lo que ocurrió con el grunge es un capítulo más en la larga lucha del artista con las fuerzas del mercado, que parece concluir siempre de la misma manera: a la larga, el mercado termina cooptando hasta a los punks y anarquistas. El sonido grunge fue influyente, pero sobre todo en bandas alejadas de la estética rebelde (Creed, Silverchair, Nickelback). Sin embargo, basta volver al origen para descubrir que Nirvana, Pearl Jam y Mudhoney están tan vivas como en los primeros días.



(Del blog del escritor boliviano:
                                                                                                                                                   Edmundo Paz Soldán... uffff... )

La importancia de llamarse Roberto Bolaño



Debería empezar hablando de la habitación de hotel de anoche. De mi día libre. ¿Pero quién está dispuesto a soportar un voluminoso tratado sobre mi día libre? Mi día libre es exactamente el día que comienza cuando anteanoche termino de leer las últimas páginas de La pista de hielo. Tenía que acabar ya a Roberto Bolaño, porque después vendría Bill Callahan y, es justo decirlo, Nacho Vegas. Dos tíos altos como dos castillos. Tras el concierto pensé en lo poco que se rieron. Nadie se reía en el concierto, tan solo Elisa y yo. Nos reímos y nos volvimos al hotel. Luego pensé en La pista de hielo.
Es muy importante llamarse Roberto Bolaño. Es mejor que llamarse de otras muchas formas. Incluso, si ustedes me apuran, uno podría llamarse Roberto Gómez Bolaños. El error de transcripción daría lo que hay entre Los detectives salvajes y el Chapulín Colorado. A mí me viene muy bien que Roberto Bolaño se llame así. Me lo pone fácil cuando me paso varias semanas sin conseguir acabar un libro y tengo que echar mano de las existencias disponibles en un top tenimprovisado. Echo mano de La pista de hielo y sé que todo irá bien, y que solo después, en el próximo libro, decidiré si tengo ánimo para arriesgarme con un descubrimiento. Mírenme, soy un lector conservador al que le da miedo equivocarse. Pueden cebarse conmigo si quieren.
Con La pista de hielo uno se acuerda del Faulkner de Mientras agonizo. La Costa Brava funciona aquí del mismo modo que el profundo Sur de los Estados Unidos. Bolaño es capaz de crear un espacio imaginario con posibilidades infinitas y engarzarlo dentro de un contexto conocido por todos. En La pista de hielo, Z es un Yoknapatawpha catalán. Sin embargo, Bolaño se niega a parecer épico en esta novela, pese a la comparación faulkneriana, prefiere el método a-mí-que-me-registren. En Mientras agonizo es toda una familia la que habla de su implicación en un proyecto que parece superarles a todos. En La pista de hielo, también hay un proyecto que parece superarlos a todos, pero no tiene que ver con casi nadie. Por eso, hasta cierto punto los narradores hablan como si pasaran por allí y se sintieran obligados a decir algo al respecto. Afortunadamente, a Bolaño le ha parecido bien que todos estos personajes digan algo al respecto hasta acabar una novelita de unas doscientas páginas. Suficientes para sentirme desahogado durante unos días.
Con el material para esta historia también se podrían haber hecho otras cosas. Por ejemplo: un telefilm de Antena 3 o de Telecinco (al gusto de cada uno). La pista de hielo es tan buena que tiene todas las cualidades para ocupar nuestras sobremesas televisivas con intrigas casposas en las playas españolas. Pero es capaz de contener ese potencial impagable y hacer con los mismos parámetros una obra redonda que funcione dentro de un “ambiente estético” español. ¡Qué fácil era sumergirse en las atmósferas mejicanas de Bolaño! Con el D. F. o el desierto de Sonora como escenarios parecía que casi todo podría funcionar. Pero creo que otro modo de jugársela es cambiar las dosis aseguradas de horror y locura de Méjico por un pueblecito costero cercano a Gerona. Nuevamente, me acuerdo de Faulkner, porque a él solo le hiceron falta un puñado de paletos.
Si a Bolaño se le hubiera dado más tiempo, seguramente podría haber reinventado estéticamente España como escenario narrativo (o al menos Cataluña), podría haber cambiado el código, porque era capaz de contaminarlo con todo lo que ya traía consigo. Me gustaría imaginar que un gran filántropo podría habérsele acercado con mucho dinero bajo el brazo. Le habría dicho: “Querido Bolaño, usted es el escritor del fin de la Historia. Deseo emplear todos mis recursos en que usted consiga para mí un solo propósito: escriba una novela, una novela que trate sobre lo mismo que tratan todas las novelas de varias generaciones de escritores españoles. Pero es de suma importancia que usted consiga que su novela sea la última novela, la novela definitiva. Después de su obra no quiero volver a ver a nadie escribiendo sobre lo que se escribía antes. Usted será el último en hacerlo; después, ya solo será posible escribir sobre otras cosas en España. Quizá así, gracias a usted, consigamos salvarnos al fin.”
Pero Roberto Bolaño está muerto. ¿Tenemos un plan B?

(Extraído de la pag:

!Altamente recomendable! )

Una chica que sabia volar


Ella comenzó diciendo que no iría lejos, que el amor era un yunque que terminaría aprisionando su corazón, su cabello, sus zapatos de goma otra vez partidos bajo la noche que nunca terminaba en esos días y se prolongaban otra vez por la ciudad.
Luego se callo, muda, mirando sus zapatillas. Lamente no ser tan valiente, tan pendejo, tan suelto. Ella me decía que me quería. Se leía, claro, entre líneas.
Yo le hablaba de los poetas y escritores que cruzaban como disparos mis ojos. Ella me decía que me quería, y yo soltaba, por ejemplo, Machado del hocico.  Ella me ofrecía su boca y luego corría, tras las clases, tras el novio –aun, estaba con uno, y esto era pesadísimo, puesto que tuvo que romper con él para venir a mí- y nos movíamos por entre los ramajes, las sombras revueltas, el apestoso peligro de los parquecitos de Santa Anita.  Nos movíamos, nos soltábamos, éramos libres en los microbuses que arrastraban nuestro cansancio hasta la casa.

Y olíamos bien, nos olíamos el dorso de la mano, antes de seguir avanzando por esa maraña de calles y extensiones.
La punta de mi nariz olía a la punta de su naríz (pues nos saludábamos como dignos pingüinitos, dignos amantes del frío)

El cielo cortándose como una boca que ríe, la mañana revuelta en las suelas de los zapatos. Una palabra bailando sin puntos suspensivos en el fondo de un vaso de café.

Ella comenzó diciendo que no podría, que tenía que ir muy lejos. 
Su deber era la distancia. Su amor el camino. Su corazón estaba debajito nomás de tanta piel, pero sus pasos eran tan lejos, y eran tan pasos que marcaban con fuego sus palabras.
Un disparo.
Entonces los dos en silencio, como arrepentidos, corremos.
Nos callamos y morimos.
No iré lejos, me dijo, me repite. Y yo no sé que decir.
Mejor, pienso, le canto una canción de Fito. Y se la cante. 
  

(La imagen, por cierto, y pa los interesados, es del genial TROCHE. Googleenlo y vean ustedes)

jueves, septiembre 29, 2011

Semblante de jueves: " Los pasos de una revolución"

Se abrió una puerta y Simone de Beauvoir y yo entramos: la impresión desapareció. Un oficial rebelde, cubierto con una boina, me esperaba: tenía barba y los cabellos largos como los soldados del vestíbulo, pero su rostro terso y dispuesto, me parecio matinal. Era Guevara.
¿Salía de la ducha? ¿Por qué no?. Lo cierto es que había empezado a trabajar muy temprano la víspera, almorzando y comido en su despacho, recibido a visitantes y que esperaba recibir a otros después de mí. Oí que la puerta se cerraba a mi espalda y perdí a la vez el recuerdo de mi viejo cansancio y la noción de la hora. En aquel despacho no entra la noche: en aquellos hombres en plena vigilia, al mejor de ellos, dormir no les parece una necesidad natural sino una rutina de la cual se han librado más o menos.
No sé cuándo descansan Guevara y sus compañeros. Supongo que depende: el rendimiento decide; si baja, se detienen. Pero de todas maneras, ya que buscan en sus vidas horas baldías, es normal que primero las arranquen a los latifundios del sueño.
Imaginen un trabajo continuo, que comprende tres turnos de ocho horas, pero que desde hace catorce meses es realizado por un solo equipo: he ahí el ideal que casi han alcanzado aquellos jóvenes. En 1960, en Cuba, las noches son blancas: todavía se las distingue de los días; pero es sólo por cortesía y por consideración al visitante extranjero.
Pero a pesar de sus extremadas consideraciones, no podían menos que reducir al mínimo estricto las horas imbéciles que yo dedicaba al sueño: acostado muy tarde, me hacían levantar muy temprano. Yo no lo sentía: al contrario, con frecuencia me contrariaba, por tardía que fuera la hora, irme a dormir cuando ellos todavía velaban aunque se hubiesen levantado temprano; por saber que me habían precedido varias horas. Y es que era imposible vivir en aquella isla sin participar de la tensión unánime
.

miércoles, septiembre 28, 2011

TARDON DE MIERCOLES

UNO MÁS
 
Cómo puedo recorrer un camino 100 veces
a la luz de unos faroles apagados
y una calle larga y muda
larga y muda
larga y muda que serpentea recta pero
muy recta y mientras yo me pregunto
cómo puedo recorrer un camino 100 veces
o desde cuándo lo recorro y no puedo ver
nada sin pensar en todo y por qué la
vida es una fiebre amarilla, un paludismo
un negrito de hermoso rulos que sube a un bus
afeado por los piojos, las pulgas, la suciedad, el hambre
las malas palabras el miedo de quien recorre
más de 100 veces un camino a pie sin
un centavo sin un poco de luz sin un
trago de sueño sin siquiera piojos de compañía
mirando sólo la herida del mundo
tantas veces abierta tantas veces desangrarse
sola seca sin mí sin ti sin ustedes sin nosotros
cómo puedo suspender el polvo que un torbellino
no levanta por desidia
por burlarse del silencio
de esta calle tan corta de esta calle tan larga
como el tiempo sin ti sin mí sin ti más por que
a veces logras no sólo suspender la arena
y el smog y los baches y basura y quedamos
sólo tú y yo dos seres humanos que no saben ni
quieren saber cómo recorren este mismo camino
plagado de árboles y palomas y nubes y casas
y gente y silencio y luz y oscuridad
y justo nada vemos pero el negrito está
ahí sucio sonriendonos pidiéndonos
colabórame levántame la moral y qué es
más fuerte el hambre o el amor me pregunto
el hambre o el amor o la desesperación que sigue
a este camino millones de veces recorrido y tú...
hago una pausa
tú...
has suspendido el tiempo y me miraste y yo te dije
pero no tiene remedio no le quitaremos las
malas palabras los piojos los pedos que huyen
del hambre y del camino ahíto
pero tú me miraste compasivamente
y sacaste una moneda y me trajiste a tu hombro
y el bus y el camino y el hambre
y las luces cerradas me aplastaron y
me hice más hombre y más débil y más fuerte
y aspiré tu olor a bosque abierto y paraiso
y sentí paz de tregua y esperanza en este
momento

sábado, septiembre 24, 2011

TARDON DE MIERCOLES

El poema más conocido de AVE SOUL -ese que ya se tornó canto e himno de una generación- es Balada para un caballo. Claro, no hay duda de que estamos frente a uno de los más altos momentos de la poesía. Pero, como en todo misterio, siempre existe una vela tupida que correr: Y aquí está. El poema que cierra, abre, descorre, se mete en los poros y emancipa, se adueña y gira, desorbita y canta, celebra mata, entorpece la realidad y la exalta:
"Escenas de un cuadro de N. Poussin L'Inspiration du Poète",
He aquí el poema que no aparece recogido en las antologías. Ni tiene más dueño que la febril y alucinante sensación de su urgencia. Nuestra urgencia. Pimentel, Jorge, el maestro.



Escenas de un cuadro de N. Poussin
L'Inspiration du Poète



Luego que cesó la lluvia opté por retirarme
de aquel lugar lleno de árboles. Las manos
las frotaba por el frío. Los dientes me tiritaban bajo
la lengua. Me encaminaba hacia el centro de la ciudad
y estaba entre melancólico con esa mirada de pirata.
Mis pensamientos oblicuos intentaban ejercitar mi cerebro
poniéndolo en posición de planchas, ángulos paralelos
haciendo abdominales, una serie de barras, ejercitándolo
en taburete, respirándolo, aliviándolo de la alta tensión
de los cortocircuitos, de la depresión, de la ansiedad
de tantas cosas. Pero mi voz apretaba y se hacía conmovedora
en el momento en que empezaba a hilvanar una serie
de palabras...
Soy yo, mírenme, amor mío es que cuando
no te veo en un día entero camino por toda la ciudad
pateando piedras, semiasfixiado preguntándome por qué
por qué no puedo permanecer a tu lado si basta
que seas mujer para amarte con el mismo amor con que
escribo estos versos, si yo quiero oler, palpar tu ropa interior
oler su fragancia empapada de maternidad adorar
tu cuerpo azul oculto y llorar y reír de alegría de sabernos
vivos, pero por qué si yo quiero permanecer a tu lado
noche y día, ir caminando de la mano por la hermosa tarde
juntar todo el dinero de nuestros bolsillos e irnos al mar
a comer pescado con la mano y tomarnos una limonada helada,
ver tu poderoso rostro contra el sol y tu sonrisa tan amplia
que como un telón vaya descubriendo tus gigantescos
dientes como colmillos de marfil y ahí frente a esas cosas
confundirnos como un solo hombre como una sola mujer
en las bibliotecas, en las fábricas, en los mercados,
en los cines, sentarnos junto a una señora y sus cinco niños
y el pequeñín que se cobija en sus senos, ayudar a aquel viejecito
y esa pareja de trabajadores que nos ha sonreido
y que si yo insisto nos invitan a su casa, y todo ese prodigio
de humanos que me obligan a desnudarme a hablar sobre
la vida, sobre la cosa maravillosa que nos circunda
que nos impulsa, que nos alienta para hablar y decir lo que pensamos
porque yo existo aquí con todas las contradicciones, con todo
el laberinto humano, abierto amplio total. Pero mírenme
soy yo, mírenme. la ciudad, la ciudad, mi cuidad.
Pero por qué me limitan si yo pertenezco al mundo y tengo
el derecho de conocer otras tierras, oler otros habitantes
empaparme de ellos y llorar ¿han llorado aluna vez?
No critiques mierda. Ama a tu mujer. Entonces dónde depositar
tus perros, tus maquinaciones, tus salvajadas.
¡Oh demonio, gran hombre que eres y que soy!
Dónde está la mentira en estas palabras. Pero por qué
si yo amo terriblemente todo esto, lo amo descontroladamente
pasionalmente, tengo que caminar terriblemente solo pateando
piedras y esperar que den las 7 pm. -que es la hora
en que sales del trabajo- para vernos cuatro horas y basta.
Pero por qué, si yo deseo tan sólo caminar tan sólo con un pantalón
y una camisa, sentarme en el suelo, en las veredas, tengo
que caminar por las calles y ser un ignorado, por qué
tienen que haber desigualdades, por qué me reduzco a diez
o quince personas cuando somos millones, por qué tengo que ver
pistolas , ametralladoras, tanques, bombas, sangre, muertes
odio, llantos, gente que se larga del país, por qué
tengo que caminar solo por las calles y sentirme
tan distante mirándonos como perros al acecho y un traspié
y ¡zas!, y otro traspié y ¡pacapum! desapareces. Siento
el desprecio de la gente en sus grados más elevados.
Siento que se burlan de mí y todo el mundo moviendo los ojos
de un lado a otro, constantemente, con dinero en el bolsillo
tirándolo al aire para que tú te agaches y lo recojas con la lengua.
Todos están situados, pero dónde te sitúas tú, al margen de qué río
bajo qué árbol cobijarás tus cien reales tu mirada de pirata.
Y quién se encargará de que tu sonrisa no pase desapercibida.
Una vieja desde una caseta telefónica se desternilla de la risa y
por todas partes veo muerte. Dejo constancia de estos días
agosto 14 de 1972, pero no llegan cartas, nadie escribe, mi vieja
ahí en su trabajo del Correo Central. Yo la visito los lunes
y le llevo un bizcocho dulcísimo. Ella es joven y yo me pongo
colorado cuando caminamos por la calle porque la gente nos mira
y creen que somos enamorados. Mi hermana duerme, son las 8 am.
y la radio suena. Se oye la sirena de una ambulancia. Un tipo
de treinta años con anteojos derrama lágrimas sobre su té.
Mi mujer descansa sobre mí y siento que su cuerpo se parece al mío.
¡Papá, papá! ¡Hijo, hijo! qué sucede ¡Papá, papá!, la gente
ya no nos quiere, y qué hacer, qué puedo hacer hoy 14 de agosto
de 1972. ¿Salir a la calle y gritar? ¿Saltar calato?
Qué se puede hacer cuando el día brilla y una mañana
es enardecida por canarios que desgarran sus gargantas, y ellos
sí saben qué hacer, cantar. Pero tú qué puedes hacer si todo
tu accionar es ese impulso que nada más está en ti, ese impulso
invisible que también está en otros, pero que los aísla
y no pueden fundirse, o al menos todo está en los intentos aislados
de diversas gentes que hoy jueves 14 de agosto de 1972
por la mañana creen en sí mismos más que nunca. Qué hacer
cuando una mañana crees en ti más que nunca. Qué se puede hacer
pero nosotros no nos amilanamos, pero nosotros, pero nosotros
hermano, hermano, porque tu lugar será ocupado por una ciudad entera
y en el lugar donde la vida te quebró y tantos sinsabores trajo
a tus puertas, en el lugar donde desesperaste mientras legiones
de hermanos trabajaban y tú no, en el lugar que te vio noche a noche
día a día repetir, qué hacer, qué hacer si basta
que seas mujer para amarte, si tengo el verso y en el lugar
que te demandaba desnudarte con frecuencia para hablar
en aquel lugar ya nunca más caminarás solo ni observarás
miradas acechantes, no serás un ignorado, ni te reducirás a
diez personas, podré verte amor todo el día porque trabajaremos
juntos, nos sentaremos todos juntos en una mesa, nos miraremos
las caras y veremos todo aquel pasado como algo borroso y difuso
diluyéndose en el nuevo aire fresco y sólo tendremos palabras
para concretizar, juntos hacer cosas, planear construcciones
masivas de viviendas, juntar toda la leche y darsela a los niños
juntar todo el pan y ponerlo ahí sobre la mesa, juntar todos
los libros y ponerlos ahí para que trabajen, nos llamaremos compadres
con pantalones y con camisas, con positivismo, con fuerza y alegría
y oleré amor tu ropa interior rosada o blanca minúscula y ceñida
a tu cuerpo a tu mirada a tus gestos...
Parado entre dos avenidas encendí un cigarrillo
y mi voz apretaba y un viento helado cruzaba
la noche. Qué me sucede. Qué me pasa. Y de
pronto comence a reírme. En ese momento cómo
necesité a una mujer para amarla y tumbarnos
en las pistas heladas y que los autos pasaran
encima de nosotros. No importaba, tenía ganas
de comerme los postes de luz las puertas
de las casas, morder como un perro rabioso
gente, agarrarme a cabezazos contra el cemento
y los automóviles de la avenida Abancay.
De mi alma salían una serie de palabras aunadas
a una risa descomunal. Y me vi retratado
como lo que soy un poeta un ángel que circunda
el mundo con mis anotaciones salvajes bajo
el brazo expandiendo mi sombra en el aire
viviendo distintos mundos. Y vi mi sombra
impregnada de vida aletargada y lánguida
en las paredes de esta ciudad como
un recuerdo imperecedero y brutal.

jueves, septiembre 22, 2011

Semblante de jueves- "Una vida exagerada"



Por amor. por lo exagerado de este sentimiento la vida de Martín se aferra a la esperanza se prolonga en cada abrazo amigo mientras avanza por los suburbios del barrio latino de parís donde su apellido ilustre no le alcanza ni para un cigarrillo y ve su vida desvanecerse como el vaho empañado en los cristales de una lima lejana que recuerda y a la que no puede regresar- por lo menos sin el corazón de Inés entre las manos- porque Romaña cree que los héroes mueren de amor como en las películas que ha visto de niño y como pocos es fiel a sus principios hasta que la mirada de Inés irrumpe vertiginosamente sobre él rodeándolo convirtiéndolo en ese caos en el que se vuelve mientras ama a los amigos pues sabe que son una segunda existencia y de pronto ¿Qué estás haciendo Martín? Escribiendo una novela sobre pesqueros comunistas mientras en Lima Merceditas llora sin saber que toda su cultura navega sobre las aguas del Durkein y avanzas como un bloque de rabia Martín respirando blue soñando blue amando blue poniéndole a la vida parisense tu única e irrepetible sonrisa la misma que te ha hecho ir siempre hacia adelante a pesar de la vida porque has de recordar Martín que cuando llegó Inés a buscarte a la ciudad luz pusiste una tremenda cara de cojudo y lo primero que te pidió fue ir a misa pero ahora ella Martín escúchame bien tu vida tu luz de donde el sol la toma se ha vuelto atea <> por eso y aunque me odies por decírtelo – ya no puede quererte a ti tampoco- y se irá lo sabes se irá lejos y creerá amar a otro hombre Martín pero tú sabrás en las noches cuando el sueño te visite que exagera como siempre lo ha hecho pues volverá y mientras tanto en ese tiempo que aun no existe Octavia te revelará la sonrisa que aguardas en las noches interminables sobre la hondonada lleno de sudor y angustia y la vida se abrirá entonces como un sexo caliente y así Martín tu y yo sabremos que la garúa ha brotado del fuego mientras su vida se desvanece esta mañana de primavera imaginando en otros brazos qué sería hoy de su vida si a pesar de tu locura hubiera aceptado sin remordimientos que te amaba aunque quizá al fin hoy lo sepa pero Martín amigo mío compañero de viajes interminables de nada nos sirve ya a nosotros –hoy que los recuerdos palidecen - este ir y venir del demonio .

Plenamente Octavia.-

Ni siquiera te asomaste por esa puerta y el corazón pensó: no volverás a pasarte la vida soñando Martín ni aguardando la primavera sobre la arena de Cádiz mientras los amigos se van y a Inés se le acaba de ocurrir casarse ¿que con quién? no me lo preguntes a mí y abre de una vez esa puerta mira que el cartero esta vez no silbó tres veces es por tu bien acércate y dile que esas cosas que le cosquillean los oídos es lo que le estás diciendo y claro que se sirva dejar el miedo de lado pues esta vez no estás dispuesto ni a poner cara de cojudo ni a temer al mínimo máximus máximus máximus piénsalo mejor y abrázala cuando menos lo espere- funciona- siempre y cuando lo sientas olvida la corbata de una vez la ternura está al fin delante de ti dile que por la noche irán al restaurante de comida china, sí claro la carpa levantada frente al teatro la misma que ha visto desfilar tus pasos tus años y tus sueños frente a esa tela verde que se ha llenado de polillas Martín es hora de que te tomes la vida más enserio recuerda que papá ya se murió y que sus cheques no volverán a salvarte la vida y ahora que recuerdo cuando veas a julio ramón deja que sea él el que inicie el juego de los fósforos últimamente te he visto hacer trampa y eso sabes no está bien revisa cuando puedas tu portafolio y procura preparar bien la lección un día antes para que no te sorprendan las preguntas de una muchacha altanera y termines empapándote en las calles de un Mayo que no te pertenece sí eso Martín cierra los ojos no permitas que te asalten las dudas mira que ya falta poco para ponerle punto final a este asunto –hoy que los recuerdos palidecen-no vendría mal terminar de una buena vez con este ir y venir del demonio.

martes, septiembre 20, 2011

MARTES TRÁGICOS

Seguimos esperando... TAJO 4

He aquí los textos seleccionados para la prox. edición:

El que calla, y el que duerme, otorga - Joy Godoy

La literatura y yo - Renzo Quiroz

Mujer cita - Erika Nolasco

Todos los caminos conducen a Roma - Erika Nolasco

Reseña: Rostros de la memoria - Julio Barco

Reseña: Llamadas telefónicas - Julio Barco

Reseña: Paris no se acaba nunca - Julio Barco

Café caliente en invierno - Miguel Urbizagastegui

No somos poetas - Juan Andrés Herrera

Pequeña y Golosa - Luzbelito

Entrevista a Tolentino (Tolete) - Consuelo Solís

Receta Médica - Roger Román

Y cada uno de mis cabellos - Cinthya Estela

Entre el fulgor de los dedos - Roberto Bermúdez

Tras tus propios pasos - Roberto Bermúdez

Confesión en la catedral - Roberto Bermúdez

Toma mientras - Roberto Bermúdez

Y de repente no estás - Luzbelito

Desde Bagua y Puno hasta hoy - Omar Livano

Empujones a un hermano y a un canto sentimental - Omar Livano

En qué momento fuiste esto que eres ahora menos poesía - Omar Livano

Como No esperarte - Omar Livano

VERSUS: Sobre la vida exagerada de MR - Omar Livano y Roberto Bermúdez

Consejo para cruzar el puente santa Rosa - Roberto Bermúdez

Inocencia - Julio Barco

Propietario - Erick Escobar

Herencia - Katty Cabsa

Declaración - Omar Livano

Mi amor no es una película francesa - Julio Barco

Y un día - Julio Barco

lunes otra vez


El desertor

En un momento de su vida todo le parecido urgente y necesario. De estas convecciones armo su vida. El mar no era el amor, ni una canción de Sabina ocultaba la verdad, tan sólo eran canciones desordenando sus pensamientos. Y caminar fue tan necesario como aprender a respirar por una ciudad obligada a un transito, a la desesperación de los caramelos de limón que muchachas tristes, o jovencitos solitarios, al compas de un peine abrazando una lata de leche, iban vendiendo, ofreciendo, mendigando.

La ciudad siguió con su desorden y lo abandono. Las leyes fornicaron en su corazón una serie de emociones y se supo al margen. No pensó en las consecuencias. Huyo.

La vida, en sí, podía ser todo un resumen de lo que no necesitaba ni quería: estudiar, familia, reposo, salud.

Era muy joven para sentirse mal de sus ideas.

Pero no lo era para seguir huyendo.

Huyendo.

jueves, septiembre 15, 2011

Semblante de jueves




ENTRE EL FULGOR DE LOS DEDOS

- Tengo entre mis libros su vida. O por lo menos, un puñado de sueños que durante su vida mortal persiguió con las fuerza de un toro en la primera embestida. Algunas anécdotas de su amor por una mujer, una foto junto a cesar calvo a un lado de la torre ifel que, entre otras cosas - además del listado de sus cigarrillos preferidos- circulan por la bitácora de la internet. Pero tengo-
principalmente- en la mente y en el corazón su búsqueda incansable, su sensibilidad para vislumbrar en el fracaso la victoria de la vida, - a pesar de la vida- sus cuentos son el itinerario de hombres y mujeres que no pudieron - en su mayoría- reconocer en el dolor, la seguridad de la esperanza. Julio ramón Ribeyro es sin lugar a dudas el principal hacedor de mi entusiasmo por la lectura. Desde "al pie del acantilado" hasta "la señorita Fabiola" pasando por los muros adoquinados de una "vida gris" sus cuentos me han abrazado en las noches interminables de desvelo donde por culpa suya terminé jalando cursos inexpresivos y apáticos. No es un reproche Julito, no me arrepiento, aunque la profesora de planificación educativa siga creyendo, y lo que es peor haciéndole creer a sus alumnas- su teoría absurda del soldadito A y el soldadito B, incapaz de darse cuenta que la vida de los hombres no puede llevar una etiqueta, un rótulo que lo condene o lo niegue ante la posibilidad del amor. pero tu julio ramón y por favor- mírame a los ojos cuando te hablo- a diferencia de ella reconociste en el fracaso la sonrisa expectante, la necesidad imperiosa de amar con la urgencia de un adolescente a pesar de pertenecer al listado de los soldaditos b , cuando trabajabas cargando maletas en Francia, esperando tal vez la visita intempestiva y nada sobria de un Echenique que de buena fe te invitaba un trago, embriagándote de humor, proponiéndote juegos con una caja de fósforos, mientras te contaba las peripecias de su "vida exagerada". En el fulgor de esas noches, anegado por las premuras económicas y desasosiegos por falta de un buen cigarro, descifraste tu solo sobre una cama angustiante el verdadero rostro de la vida y encontraste en la soledad de la noche, las fuerzas para arrancarle palabras a una maquia inerte, probablemente vieja cuyo destino - a lo mejor- fue el anaquel de una subasta. Pero, julio ramón, levanta la mira y escucha con atención, ahora que me he convertido en solo bloque de rabia bastó para hacer soñar al mundo y alimentar entre nosotros la necesidad de vivir intensamente. A pesar de tu silueta esquiva y tu negación a las apariciones en público, cada vez que hago chasquear el encendor para fulminar el tabaco, y unirme a ti en ese vicio perpetuo , incomprendido a veces, recuerdo como en la manifestación de un sueño aquel viaje de combi hacia la av. Brasil donde conocí al viejo pata de palo de los "gallinazos sin plumas" y experimenté -como muchos- la angustiante vida de aquellos a los que se les fue negada la palabra... palabras que buscamos día a día para vivir, involucrados en ese conjuro que nos une y nos hace ir con el viento hacia adelante.

martes, septiembre 13, 2011

Martes Trágicos:

http://issuu.com/adrianrios2/docs/hierbazine

Carta a los amigos de HIERBA [o Hazme más fuegos!]

Hace poco más de un mes conocí a los beatnik de Quilca, o de Lima para ser más cosmopolitas. Si las cuentas y la memoria no me juegan una malcriada pasada son: 6 punteros aprox. Dos damas: Camila y Rocío. Cuatro injertos: Jesús, Adrian, Juan y Víctor. (Putamare locos, les desfunde los seudónimos). Pero eso, ahora, poco importa. En realidad son pocas las cosas que importan, y es por ello que son tan importantes. De esto creo que ustedes nos pueden hablar mejor que nadie.

O mejor dicho el HIERBAzine #1 nos lo puede explicar por pasos y de a saltos largos. Antes, es necesario contar que existió un HIERBAzine #0 que fue el primer manotazo contra los modelos de poesía o poetas de argolla hermética. Es decir, contra LA LITERATURA FORMAL. (Pa´ que vean que sí existe, así quieran seguir ocultándola detrás de la “Literatura pura”). Cuento que HIERBA tampoco se come, de ninguna manera, pero ese no es el rollo esta noche. Y ya que estamos de etiqueta y garbosos por el parto de esta segunda edición, derramemos un par de detalles:

1. El fanzine o revista, rompe con muchos esquemas (Esto no es un favor, ni mucho menos el pago por las chelas que hasta hoy nos deben) típicos en este formato de presentación. El arte en HIERBAzine #1 es exuberante, cada página no sólo contiene poesía, sino también un concierto hardcore de imágenes múltiples y multiculturales ¿en forma de collage? No lo sé. Más bien juegan con un rompecabezas que emite aullidos en diferentes frecuencias.

2. El contacto con la edición #0 fue casicasi nulo. Sin embargo ahora se percibe a un grupo más maduro, con una propuesta andante, cambiante y contestataria (cosa que nos identifica) y que en este número ha logrado alcanzar en buena forma los arrebatos de poesía que de seguro ellos buscaban. Y no quiero ser tan retorico para no abrumar, ni caer chinche, (Ojo que en más de un caso alguno de ellos roza la poesía integral) pero qué buena maquinaria poética puede generar la vitalidad, lo desgarrador, algunas drogas, la sinceridad y la marginalidad. Marginalidad que no durara mucho porque se perfilan a dar que hablar. Aunque bien sabemos, porque de alguna manera los conocemos, que en lo oscuro y subterráneo siempre se sentirán mejor guarnecidos.

TAJO envía abrazos y un compromiso de batalla, y a seguir incendiando la ciudad con más fuegos.

lunes otra vez


LA NOCHE ES VIRGEN
JAIME BAYLY

La formula es la siguiente: escribes una novela larga y aburrida hablando de algún tema social-político-senderista y lo mandas a cualquier concurso español. Cruzas los dedos y esperas. Vargas Llosa ya dicto la consigna: "Hablen de la violencia"

Puedes preparar algún guiso para agasajar a los amigos que vendrán a mimarte. Un encebollado con gazpacho. Y bocaditos de limón. Total, a la gente –tu lo sabes- le gusta comer tonterías en las fiestas, animarse con las copas y hasta embriagarse de puro contento, argumentando que se trata de tu premio. Y esa noche lejana, aunque no imposible, podrás cerrar los ojos feliz y decir, muy humilde, que ya eres un escritor consagrado.
Que, en resumen, la inmortalidad –donde se retuercen al unísono Arquiloco como Víctor Hugo- será tuya.
Y cuando despertó el dinosaurio aun seguía ahí.


Esto no es precisamente lo que hace Jaime Bayly. La noche es virgen fue premiada si, pero su "atributo" fue ese amor por el peligro, cuestión de equilibristas, al darle voz a una puta. Una de esas putas aristocráticas y ultra disforzadas, que hacen "AJ" ( de asquito ) a todas lo horrible, oye, que ven. Es como escuchar cantar algunas grupos que solo pegan por un tema. Unilaterales, aburridos, rítmicos y hasta pegajosos, nos descubren que cualquier huevada –en tiempos del facebook- puede funcionar.
Pegar hasta ser moda que incomoda.
Lo se, mis palabras llegan mucho tiempo después de la premiación ¿pero que quieren? recién la he leído –sin duda, por no dejar a medias nada en la vida - aunque ya leyendo sus antiguas trombas – EL CANALLA SENTIMENTAL, LOS ULTIMOS DIAS DE LA PRENSA, EL LOCO Y EL COJO, FUE AYER Y NO ME ACUERDO, NO SE LO DIGAS A NADIE- no hay mas vueltas que darle, Bayly se repite siempre.
En la noche es virgen, un tipo infantil, empleado en un canal, un pusilánime, alguien que se divierte jugando Pac Man todas las tardes y tirándose –o intentando tirarse- a muchachitos de la discote El Cielo.
Aberlado Sanchez Leon solía decir que siempre que lee se imagina el rostro del escritor. Es facilísimo no confundir a Bayly con sus alter egos. En toda novela, claro, hay una cuota de realidad. Todos parten de experiencias vividas para sumergir las manos al fuego, pero distintas maneras de quemarse. Bayly se quema por puntos extras, pero sus dolores no chamuscan al lector. Solo divierten, adormecen y dejan una gran lección, si el pudo ¿Por qué yo no? Y esto es lo que le deben mucho escritores de ahora.
Ese es quizá el mayor merito de las novelas de Bayly: nos dan la certeza de que se puede mejorar y superar su escritura. No pasa lo mismo con los perros mas fieros, cuando leemos a Celine nos dan ganas de pegaros un balazo. Lo mismo pasa con Gogol. Ni que decir con Herman Melville.

Roberto Bolaño, no sé si pecando de amistad, declaró que la escritura de Bayly "es luminosa" Mas que luminosa, yo pienso que es buena, increíblemente buena, para las erecciones. Es imposible no leerlo sin ir dos o tres veces al baño, tirando esperma por la nariz. Entre tanto pánico por ser reconocidos como grandes novelitas, Bayly sigue amenizando el partido. Alguien tiene que vender la canchita y el chupete. Alguien tiene que bajarnos la sed y el dolor.
Un remedio, un calmante, nunca un supositorio.
Ustedes pueden llamarlo como quieran.
Ah, si, otra cosa: En la contraportada, una pequeña reseña intenta esbozar la novela. Peca por desmesura. ¿situada por derecho propio junto a las mejores obras de una esplendida literatura contemporánea que va de Vargas Llosa a Bryce Echenique? Todo es por marketing. Quiero creer que todo es por vender. Situándolo en la literatura peruana, podría tener una pizquita de Bryce. Por ese humor calido, tenaz, vertiginoso, pero nada mas.

domingo, septiembre 11, 2011

TAJO 4


TAJO se renueva, sacudiéndose de los escombros, desempolvando la alegría para volar, o para volar un poco y entregar el alarido de ese pájaro extinto que cientos de ojos buscan cada vez que cruzan de golpe la plaza san martín incapaces de saber donde depositar la ternura, y ser de una vez y para siempre un solo golpe de rabia y correr deliberadamente hacia la vida. volvemos, TAJO vuelve con las fuerzas de un toro en la primera embestida apuntando bien para atravesar el blanco con estas balas que tenemos entre la garganta y que por urgencia disparamos a pesar de que el objetivo cada vez que muestra su semblante y parece que lo tocamos con los dedos se desvanece como el vaho que se frota. vamos pues nuevamente a acribillar a la rutina el egoísmo inútil y apresurado de una sociedad que pugna desapoderadamente por separarse cuando lo que más le conviene es asirse de un recuerdo colectivo al que debemos aniquilar para empezar de nuevo. así manifestamos la gestación del TAJO 4 ... lima setiembre

10 de setiembre 2011 4:10 am.